
Cegada…en la noche más sombría
bajo el manto que cubre mis heridas,
…el frío del mármol y el olvido…
apenas…recuerdan lo que he sido
Te juro…quisiera preguntarte…
si acaso las huellas de mis pasos…
a veces…desnudos y descalzos
murieron tratando de alcanzarte
En esos caminos empinados
que llevan tal vez a la locura…
bañados de sombras y presagios
has visto mis lágrimas de luna…
Me cubren dos sábanas rasgadas
…aquellas que tapan mi nostalgia…
las mismas que alguna vez en llamas…
nos vieron temblando en nuestra cama!
Eileen
2 comentarios:
Tatiana Aguilera dijo...
Cúantos sueños amiga mía, descienden sobre nuestros hombros, algunos de puertas abiertas, y otros -los más numerosos- de puertas con cerrojos.
Un beso para ti querida poeta.
mario dijo...
Este poema es uno de los mas bellos que he leido de usted, cuanta energia puede transmitir que hasta en sus lectores se impregna la musa que lleva dentro.