
Me está prohibido mencionarte amado mío…
recordarte con el alma y con la piel,
extrañarte en los silencios,
conversar con tus recuerdos…
y añorarte cuando empieza a anochecer
Me está vedado un corazón aprisionado
…en la cárcel de tu ausente intimidad…
apretarte con las manos,
pronunciarte con mis labios…
y morirme de dolor en soledad
Es un delito que te ansíen mis sentidos
que mi cuerpo se recuerde de tu amor,
que los besos que retengo,
se consuman con el fuego…
en la llama que ha dejado tu calor
Esta condena que me impuse desde el alma
me desangra sobre sábanas de piel…
me calcina y me lastima,
me tortura y me hace trizas…
y no sabes cuánto amor, puede doler!
Eileen
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